Fábrica de Cultura en Rivera rescata la vieja tradición del ladrillero

En Picada de Mora no todo es barro

Picada de Mora es un lugar de Rivera que se encuentra a pocos quilómetros del centro de la capital, con una gran concentración de ladrilleros, que en su mayoría carecen de los recursos para satisfacer sus necesidades básicas y en general arriendan una parcela por parte de su producción. Allí fácilmente se hacen visibles las cicatrices de la tierra. Su topografía montañosa junto con su suelo rico en gravas, le ha dejado un montón de cerros, a los que como tajadas, se les ha abierto la tierra para extraer su riqueza.

La gente, como la tierra, no ha tenido un destino diferente, los ladrilleros han desarrollado sus labores con mucho sacrificio y poca retribución. Por generaciones, el ladrillo ha formado parte esencial de ellos, renunciar a él sería como renunciar a sí mismos.


Lugar donde funciona la Fábrica de Cultura

En el paisaje contrasta un lugar donde las construcciones son nuevas y se ven diferentes, es la fábrica de ladrillo vitrificado. Allí se constituyó una Fábrica de Cultura en la que se pretende rescatar la vieja tradición del ladrillero, incorporándole el valor agregado de técnicas de cerámica que transforman al ladrillo tradicional y su bajo costo, en un producto artístico, que por sí mismo, adquiere un valor que le permite constituirse en una alternativa real para la mejora de la calidad de vida del ladrillero y su familia. Hoy la ciudad de Rivera cuenta en la plaza Marconi con un mural realizado por ellos. Pronto 10 plazas más en la ciudad lucirán uno de estos, compartiendo así con el resto de la sociedad, no solamente su trabajo, sino que verdaderas obras de arte, que ellos esperan replicar en otros rincones del país.


Con el ladrillo, tras algo diferente

Los protagonistas de este proyecto, aspiran a constituirse en una cooperativa, trabajar en lo que conocen y hacer algo que han descubierto que les gusta mucho, como es el poder elaborar, a partir de un material tan conocido por ellos como el barro, una obra de arte para compartir. Desean también que otros trabajadores se incorporen a este programa, para que además de mejorar la calidad de vida, tengan la oportunidad, como ellos, de poder descubrirse como artesanos y como artistas.


El ladrillo tradicional se volvió un producto artístico que adquiere un nuevo valor en sí mismo

Las Fábricas  de Cultura son un programa perteneciente a la Dirección Nacional de Cultura, MEC que ha sido beneficiario del apoyo financiero del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de UNESCO (FIDC),  entre más de cien proyectos de todo el mundo. Gracias a este apoyo, la Fábrica de Cultura de ladrillos vidriados de Picada de Mora, trabajará en la creación de nuevos productos, investigando la fusión del ladrillo con otros materiales-


Con este trabajo los alumnos aspiran a constituirse en una cooperativa

 

AS

Viernes 7 de Agosto de 2015